domingo, 30 de diciembre de 2007

cupido y psiqué (leyenda griega)

(esta es una leyenda griega que me ha fascinado..espero que disfruteis con su lectura)

Había una vez un rey que tenía tres hermosas hijas entre las cuales la más joven de ellas, llamada Psiqué, era la más hermosa. De hecho, tal era su belleza, que su fama se extendió por todo el reino, atrayendo a multitud de visitantes deseosos de admirar y pregonar su hermosura, que era tanta que hubo quien comentó que haría palidecer a la propia Venus. No en vano, cuanto mayor era la admiración que Psiqué despertaba entre los hombres, menor atención se prestaba a los templos de Venus, que empezaron a evidenciar la falta de cuidado.
Indignada por la situación, Venus solicitó ayuda de su hijo Cupido
que, tras oír su historia, se mostró dispuesto a obedecerla. Venus pidió entonces a Cupido que bajara en busca de Psiqué e hiciera que se enamorase de la más vil criatura que poblase la tierra. Sin embargo, mientras la espiaba, el propio Cupido se hirió a sí mismo con una de sus saetas, quedando prendado de Psiqué en el acto. Así, aunque decidió ocultárselo a su madre, Cupido se dio cuenta enseguida que nunca podría causar daño alguno a aquella hermosa criatura.
En tanto, el padre de Psiqué había casado ya a sus hijas mayores, a las que había desposado con sendos príncipes. En cambio, para Psiqué, aunque era mucho más hermosa, seguía sin encontrar marido. Muchos hombres había visitado su casa para ser testigo de su afamada belleza, pero ninguno le había propuesto matrimonio. Inquieto por la situación, el padre de Psiqué pidió ayuda al Oráculo de Delfos, cuya respuesta fue terrible: Apolo decretaba que Psique debía ser conducida a la cima de una colina, donde una terrible serpiente alada, más poderosa que los mismos dioses, la recogería y la convertiría en su esposa.
Con terrible dolor, la familia obedeció el designio de los dioses y se despidieron de Psiqué abandonándole sobre una altísima colina, donde la joven consumió su espera llorando. Al caer la noche, el suave viento de Céfiro la acunó y la elevó. Al recobrar el sentido, Psiqué se encontró en un mullido prado al final del cual se alzaba un suntuoso castillo cubierto de oro y piedras preciosas. Segura de que se trataba del hogar de su futuro esposo, Psiqué se acercó a él y, al llegar a la puerta, oyó una voz que la invitaba a pasar. “Entra, pues todo el castillo es tuyo” le dijo.
Psiqué se bañó en los estanques del castillo y se deleitó con los manjares del un banquete preparado en su honor. Todo el día lo pasó sola, acunada por una suave música de procedencia desconocida. Presentía que su futuro esposo llegaría al caer la noche. Sin embargo, Psiqué ya no tenía miedo.
Sin explicarle por qué, su esposo le prohibe a Psiqué cualquier indagación sobre su identidad, acudiendo a ella sólo durante noche, en plena oscuridad. A pesar de todo, la pareja es feliz así, tanto que Psiqué acaba convenciéndose de que su esposo no era en absoluto el monstruo que el oráculo aseguraba. Sin embargo, Psiqué se preocupaba por sus hermanas, quienes lloraban por ella como si se la hubiese llevado la muerte, por lo que pidió permiso a su esposo para verlas. Él accedió a regañadientes, advirtiéndole que aquello podría causar su propia ruina; a cambio, le hizo una sola advertencia: que no se dejase convencer por nadie para intentara verlo.
Psiqué así lo prometió y al día siguiente acudió a la cima de la colina, donde sus hermanas lloraban por ella. Desde allí, el suave viento de Céfiro condujo a las tres hermanas hasta el castillo de su esposo, donde las hermanas de Psiqué comprobaron la suntuosidad del castillo, oyeron la hermosa música y paladearon los exquisitos banquetes, lo cual despertó en ellas una gran envidia. Disimulando sus verdaderos sentimientos, sus hermanas pidieron a Psiqué que les describiese a su marido. Sin embargo, ella no pudo hacerlo, confesando al fin que aún no lo había visto. Entonces sus hermanas expusieron su temor de que el esposo de Psiqué ocultase algo horrible que lo obligase a poseerla sólo en la más cerrada oscuridad; ¿y si fuese en efecto aquella terrible serpiente que el oráculo había descrito y una de aquellas noches se abalanzase sobre ella para devorarla?
Las hermanas de Psiqué le sugirieron que lo desenmascarase de una vez por todas. Para ello, Psiqué debía esconder junto al lecho una lámpara de aceite y un afilado cuchillo y, aguardando a que estuviese profundamente dormido, prender finalmente la luz e hincar el cuchillo en la horrible criatura.
Psiqué siguió las instrucciones de sus hermanas. Sin embargo, al encender la lámpara, Psiqué no descubrió a ningún monstruo, sino a un hermoso joven. Avergonzada por su dudas, Psiqué se acercó a su amado para admirar su belleza, derramando parte del aceite sobre su rostro. El joven despertó sobresaltado y, viendo la habitación iluminada, comprobó la desconfianza de Psiqué y se apartó de ella, dejándola sola en la habitación.
Psiqué corrió tras él, pero su esposo se había vuelto de nuevo invisible. Por el contrario, aún podía oír su voz: “El Amor no puede vivir sin confianza” le dijo. Fue entonces cuando Psiqué descubrió la identidad de su marido, que no era otro que Cupido, el dios del Amor...
Cupido regresó junto a su madre, para pedirle que curara las heridas provocadas por Psiqué. Pero Venus montó en cólera al conocer lo sucedido y, dejando a su hijo solo sumido en su dolor, partió en busca de la muchacha para darle un escarmiento.
En tanto, Psiqué rogaba ayuda a todos los dioses, pero en vano, pues ningún dios quería enemistarse con Venus. Entonces, Psiqué decidió acudir a la morada de Venus para de ponerse a su servicio, con la intención de redimir su comportamiento. Venus aceptó sin pensárselo dos veces, viendo la posibilidad de castigar a aquella muchacha vanidosa y presumida.
Así Venus llevó a Psiqué ante un montón de semillas y le encargó que las separara en diferentes montones: en uno las de mijo, en otro las trigo, en otro las de amapola... Psiqué se lamentó del minucioso trabajo, lo cual hizo que las pequeñas hormigas se compadeciesen de ella y la ayudasen en su labor. Así, cuando Venus regresó, encontró todas las semillas separadas, haciendo que se enfureciese aún más. Entonces Venus le dio un mendrugo de pan para que comiese y le ordenó que aquella noche durmiese en el suelo mientras que ella lo hacía en su mullida cama.
Al día siguiente, Venus ordenó a Psiqué que descendiese hasta un río rodeado de zarzales, junto al que pastaban los corderos del vellocino de oro, y le trajese un puñado de su áurea lana. Psiqué obedeció, pero al llegar al río se sentía tan vencida que a punto estuvo de lanzarse a sus aguas para poner fin a su sufrimiento. Sin embargo, los rosales se compadecieron de ella y le aconsejaron que esperase a que los corderos bajasen a beber agua, pues siempre dejaban lana enganchada en los espinosos zarzales que ella podía recoger y entregar a Venus. Psiqué obedeció y consiguió así un buen puñado de hilos de oro que llevó a la diosa, lo que la hizo enfurecer aún más.
Entonces Venus ordenó a Psiqué que fuese al río Estige para rellenar un frasco con sus ennegrecidas aguas. Solícita, Psiqué se encaminó al Estige y al llegar descubrió que el río estaba flanqueado de enormes piedras resbaladizas y que el agua se precipitaba por una abrupta pendiente imposible de alcanzar. Entonces un águila se compadeció una vez más de Psiqué, a la que arrebató el frasco de las manos y se lo devolvió lleno de la negra agua del río.
Venus, que empezaba a sospechar que Psiqué hubiese contado con ayuda para superar sus encargos, entregó a Psiqué un cofre vacío y la envió al
Hades en busca de Proserpina, a la que debía solicitar una porción de su belleza para Venus, que se sentía desgastada por el cuidado de las heridas de Cupido. Psiqué obedeció y, siguiendo las instrucciones de una torre que halló en el camino, sorteó la laguna Estigia pagando una moneda al barquero Caronte y salvó la entrada al infierno sobornando con una golosina a Cancerbero, el perro de tres cabezas que la guarda. Proserpina accedió a su petición con facilidad y puso una porción de su belleza en el cofre para Venus. Luego Psiqué emprendió su camino de vuelta. Pero mientras caminaba hacia el palacio de Venus, Psiqué sintió la tentación de usar una parte de la belleza que Proserpina había puesto en la caja, pues también ella se sentía ajada por tantas peripecias, y la abrió, descubriendo que estaba vacía y quedando sumida en un profundo sueño.
En ese momento, Cupido, restablecido ya de sus heridas, huyó del palacio de Venus por una de las ventanas abiertas y acudió junto a su esposa, a la que le arrancó el sueño de los ojos con un beso. Le ordenó entonces a Psiqué que acabase su encargo y llevase el cofre a Venus mientras que él intentaba poner remedio a su terrible situación. Cupido acudió así ante
Júpiter, padre de todos los dioses, para solicitar su ayuda. Júpiter convocó a todas las deidades para anunciarles que Cupido y Psiqué estaban oficialmente casados, proponiendo que Psiqué obtuviese la inmortalidad. Mercurio ascendió entonces a Psiqué hasta el Olimpo, donde el propio Júpiter le dio a beber la ambrosía que la convertiría en diosa, lo que impediría desde entonces que Venus volviese a cuestionarla.
De esta forma, el Amor (Cupido) y el Alma (Psiqué) vencieron todas las pruebas que se interpusieron entre ellos para reencontrarse y no volverse a separar jamás.

(espero que la hayais disfrutado...phandora(_fallen angel_)

jueves, 27 de diciembre de 2007

EL AMANECER DE LOS NOCTAMBULOS

A sus veinticinco años Jeremías el jorobado, veía el desenlace de un nuevo camino que se presentaba ante el, después de la muerte de su madre, cuando el nació, ahora llegaba la de su padre, que enfermo esperaba su final; en esos instantes finales su padre le pidió a Jeremías que se acercara pues tenia algo importante que decirle: "Hijo mio todo este tiempo he cuidado de ti, defendiéndote de un mundo que no te acepta, de sus insultos, de sus burlas, de su miedo y su locura, de un mundo que esta ciego y no sabe mirar mas allá de lo que dicen los demás, al igual que borregos siguen los dictados de lo que la sociedad les marca, sin valorar ni aceptar aquello que es diferente; debes ser fuerte pues muchos de ellos no te aceptaran e intentaran dañarte, encontraras verdaderas bestias y monstruos entre ellos, por eso debes escucharme, pues aun queda un lugar en este mundo para ti. Lo que hoy te voy a decir nadie debe saberlo, debes guardar el secreto aunque te vaya en ello la vida; una noche al poco de nacer tu, tuve la visita de un extraño ser, que me izo prometer que solo a ti te podría dar el mensaje que me entrego y que aun llevo guardado en mi interior: " existe un lugar mas allá de las montañas del norte, donde todo aquel despreciado por su forma de ser o su apariencia, por su forma de pensar o de vivir, puede encontrar su lugar en la vida, un lugar donde todos se muestran libres como son y nadie los juzga, ese lugar tiene muchos nombres pero para mi es la ciudad de la noche, pues todo aquel que habita en ella despierta al ocultarse el día y el hombre duerme, empezando el amanecer para todo aquel que nada debe temer pues los verdaderos monstruos descansan entre sus sueños y temores, nuestra noche empieza con la luz de la insconciencia, pues si descubrieran nuestra existencia nos exterminarían, por eso nada debes decir y guardar secreto y solo a tu hijo podrás decir, para que decida en que mundo quiere vivir." El extraño ser desapareció en la oscuridad y nunca mas lo vi, después entendí sus palabras, al verte crecer y ver que para los demás eras un monstruo, por haber nacido diferente. Nunca hasta hoy salio palabra alguna de mi, pero ahora ya no podre cuidar mas de ti, ve y emprende el viaje y que la luz de la noche te guié..." Esas fueron las ultimas palabras de su padre antes de morir con un destello de luz en sus ojos al mirar a su hijo.
Jeremías intento vivir entre los demás pero solo sintió su rechazo y el amargor de la soledad, un buen día recogió sus pocas pertenencias y se fue, cruzo las montañas del norte y mas allá del ultimo arroyo donde la espesa niebla ocultaba las montañas nevadas encontró un valle de verdes praderas donde se dispuso a pasar la noche, y fue allí cuando la luna estaba en lo alto que escucho una hermosa canción que sonaba entre el suave viento y la agitada hierba, siguiendo esa melodía, detrás de la oscura gruta de un desfiladero, vio una ciudad que brillaba como las estrellas, donde encontró a todo ser de la noche, seres de fantasía y leyendas ya olvidadas, vio a tantos y tan diferentes y en sus caras la alegría, libres del mundo cantaban y bailaban, pues a todos, unos a otros se aceptaban, y aunque en apariencia parecían al principio mas temibles que algunos hombres, enseguida vio que solo era su primera impresión debido al miedo que llevaba en su interior, sintiendo enseguida en su alma la acogida de aquellos que en su mundo llamaron monstruos y que con una sonrisa le invitaban a que con ellos se quedara, pues todos vieron mas allá de lo que nunca antes nadie le vio, el enorme corazón que a vivir le empujaba, nada mas se supo de Jeremías en el mundo que no le entendía.
Pero muchos son los que miran al cielo pues alguien les dijo un día que en las noches una estrella brilla para todo aquel que sin juzgarla la mira , viendo mas allá de la luz que la ilumina. Fin

sábado, 22 de diciembre de 2007

CUENTO DE NAVIDAD

La ciudad se ha vestido con el manto blanco de la nieve, adornada de luces de colores y guirnaldas, suenan los villancicos anunciando las navidades; el bullicio de la gente desaparece con la llegada de esta fría noche, la luz de la luna ahora alumbra las calles nevadas de la ciudad, y otros lugares donde la vida se desliza en silencio. En el banco de una plaza Raimundo el cartones, se dispone a pasar la noche envuelto entre viejas mantas y unos pocos cartones, en su viejo banco donde a dormido los últimos cinco años espera la llegada de un nuevo sueño, mientras mira el techo estrellado que se muestra especialmente hermoso; un olor llega a su sensible olfato, un olor a buñuelos de viento que le recuerdan lo poco que a comido hoy , trasportandole en el tiempo, recordando que una vez tuvo madre, sintiendo añoranza de esos días en los que ella se los preparaba, aquellos días en los que la vida no le aplastaba y feliz se sentía cobijado, por los seres que le querían; el frío se cala en sus huesos y aprieta la manta con fuerza contra su cuerpo luchando por tener un poco mas de calor, recuerda de nuevo que una vez tuvo un hogar, el calor de una familia, de la mujer a la que quería, recuerda y añora aquellos momentos en los que sintió el abrazo del amor y la compañía, ahora siente hasta su alma fría y recuerda como se derrumbo un día su vida, como perdió aquello que tenia, como el miedo lo envolvió todo, después la desesperación, y como huyo de la vida, recuerda que cogió la mas fácil de las salidas y ahora ve su vida tan perdida y sin saber como escapar de esa misera situación a la que ha llegado, pues ahora se ve en el fondo del abismo al que cayó y solo le queda el instinto de supervivencia y el miedo a no saber morir, vaga por la vida sin saber como vivir, clamando una ayuda al cielo que nunca llega.
Sus ojos se han cerrado por fin, ya estaba cansado, todo el miedo se ha marchado, todo el frío, el dolor atrás se a quedado, al fin a llegado la tan ansiada calma, siente por fin la paz del que termina, hoy a otro mundo a viajado pues la muerte se lo a llevado. Van llegando los rayos del sol, la vida de nuevo va despertando, entre notas de villancicos que anuncian que la navidad a llegado. Fin

viernes, 21 de diciembre de 2007

EL VAMPIRO

Hace hoy seis años de aquel encuentro, y Valery la gritos , aun no lo a olvidado; una fría y oscura noche, en que una extraña neblina envolvía la ciudad, fue atacada por un pálido hombre vestido de negro. La ensangrentada boca del extraño que la atenazo entre sus brazos abrió de un bocado la piel suave que dejo brotar la sangre por su cuello, temblorosa, asustada, su grito se ahogo entre sus lágrimas en la oscuridad de la noche, el instante que duro su agonía le pareció eterno antes de ver como tambaleante se desvanecía de nuevo en la niebla.
Desde ese día y a medida que pasaba el tiempo su aspecto cambio, su color de piel se izo pálido, le costaba ingerir alimentos y cada día le molestaba mas la luz del sol, en sus sueños veía la cara de aquel extraño, confirmando cada día mas la sospecha que tenia de que la había mordido un vampiro, y que aunque hasta ahora su cuerpo había conseguido luchar contra la mordedura no podría aguantar el inevitable desenlace; llevaba días esperando el resultado de los análisis de sangre que se había hecho por orden de su medico y que le desvelarían la verdad, mañana era el gran día y los nervios no la dejaban dormir, su garganta se secaba reclamándole saciar su sed que no conseguía calmar por mas que bebiera, sus ojos escudriñaban la oscuridad haciéndose mas claro todo lo que la envolvía, el alba empezó a asomar por el horizonte después de una larga noche, de nuevo empezó a reinar la luz del sol.
Cansada soñolienta se lavo la cara y se arreglo, después fue a la consulta de su medico que la esperaba con los resultados, antes de que pudiera hablar, Valery le dijo " ¿Doctor digame la verdad soy un vampiro?" la izo sentarse en frente de el en la mesa de su despacho y le dijo: " Puedes estar tranquila en ese aspecto no eres una vampira, alguien te inoculo en la sangre un virus mortal del que nadie te puede salvar".
Condenada de por vida ahora ronda la noche como alma en pena. Fin

martes, 18 de diciembre de 2007

LA ALUCINACION

Luis el viñetas dibujaba caricaturas en las ferias de los barrios, para ganarse la vida, un día a la hora de comer recogió sus cosas y se fue a comer a un bar cercano a la plaza donde se había instalado la ultima feria de Abril. Una vez dentro pidió para comer setas silvestres a la riojana, que engullo despacio deleitándose con su exquisito sabor, al poco de haberse comido el jugoso plato se sintió mareado y su visión de las cosas se volvió borrosa, cuando se aclaro su vista la realidad que lo envolvía era totalmente diferente de lo que siempre había visto, el camarero que le había servido, tenia ahora cabeza de huevo, otros que estaban sentados cerca de el, eran ahora una especie de gusanos, otros roedores, monstruos inimaginables y también había seres inocentemente llamativos, los había en forma geométricas y de una masa viscosa.
Cuando recupero el conocimiento, el doctor, le comunico lo que le había pasado, había sufrido una alucinación y perdido el conocimiento a causa de un hongo llamado sensitus extravagantis que se había mezclado con las setas que ingirió en el bar en el que perdió el conocimiento después de unos instantes de delirio. Aquello hizo pensar a Luis que investigo y recopilo toda la información que pudo de ese curioso hongo, semanas después recorría los montes recogiendo en una cesta de mimbre todos los hongos sensitus que podía, al volver a casa, decidió tomar una pequeña dosis, la suficiente para que le hiciera efecto y que no le hiciera perder el conocimiento, después se miro en el espejo de su cuarto de baño y vio que su rostro era el de un payaso, descubriendo una nueva realidad de la que ya no podía escapar; el mundo que creía real era tan solo un sueño y gracias al hongo podía ver otros mundos quizás mas reales que aquel que había conocido hasta ahora.
Hoy en día Luis el viñetas dibuja laminas de mundos y seres extraños que vende en las ferias de los barrios, si alguna vez lo ves, acercate pues te contara alguna historia de otro mundo y te dirá que no te fíes de lo que ven tus torpes ojos pues no siempre todo es lo que parece. Fin

viernes, 14 de diciembre de 2007

EL ECLIPSE

Un día de agosto, Jesús de chamantin, el iluminado había congregado a todos sus adeptos en un monte cercano a la ciudad, siguiendo el ritual al que los tenia acostumbrados, una vez mas Cristo había bajado de nuevo hasta el para darle un nuevo mensaje, debían prepararse para el fin del mundo, el ultimo día de agosto cuando el calor de los infiernos brotara en la tierra, la luz del cielo se apagaría para que la noche de los tiempos fuera eterna, a no ser que el sacrificio de dos mil almas puras evitaran que la oscuridad se hiciera dueña de la tierra, devolviendo la luz celestial que iluminaria la nueva era. Casualidades de la vida, el destino y la palabra divina habían querido que el numero de adeptos, que Jesús tenia sumara justo mil novecientos noventa y nueve, así que con el formaban la cantidad necesaria para poder salvar al mundo de tan terrible final; con la gracia concedida por los cielos rebautizo a todos sus adeptos en los siguientes días volviéndolos puros y de esa manera cumplir la misión que les había sido encomendada. Mucho fue el trabajo en esos días de preparación para cumplir sin temor ni duda el sacrificio de la salvación, el día señalado a la hora señalada se volvieron a reunir todos en el mismo monte, justo cuando el insoportable calor del mediodía anunciaba la terrible profecía parecía que de la tierra
brotara el sofocante calor que los asfixiaba, Jesús el iluminado alzo una plegaria al viento para infundir animo a sus adeptos que apenas se podían aguantar de pie, hasta que el cielo empezó a oscurecerse, fue entonces cuando todos bebieron un brebaje que les había dado Jesús para completar el sacrificio, todos cayeron fulminados, sus cuerpos inertes cubrieron el suelo arenoso, entonces ocurrió el milagro, cual fue la sorpresa de los adeptos al despertar y verse vivos en la nueva era, tan solo el cuerpo de Jesús había desaparecido misteriosamente, se había sacrificado por ellos en el ultimo instante y había ascendido a los cielos iluminándolo de nuevo, pues de el solo quedaba su túnica blanca.
Lo curioso es que con el había desaparecido todo el dinero que la orden de adeptos de Jesús tenia en una cuenta bancaria, algunos dicen haberlo visto resucitado por diferentes partes del mundo obrando milagros. Fin.

miércoles, 12 de diciembre de 2007

La obra de arte

Un buen día el ayuntamiento encargo una obra de arte a Jean Broche, un eminente artista que a sus cuarenta y pocos, ya se había consagrado en todas las disciplinas y tendencias habidas y por haber; famoso en el mundo entero por sus esculturas y cuadros que le habían hecho uno de los artistas mas cotizados, acepto el encargo pues además de que la plaza llevaría su nombre artístico, era el lugar donde nació Juan el manitas de oro que era como le llamaban sus amigos de la infancia. Aun así el precio de la obra suponía un gran esfuerzo para el ayuntamiento, que dispuso todo para que en el plazo de tres meses se celebrara con una gran fiesta la inauguración del monumento; Jean Broche adelanto que seria una obra única y que daría origen a una nueva tendencia en el arte, que el denomino realismo. Así empezó su nueva obra en un secretismo absoluto, mando cubrir el centro de la plaza con toldos para que nadie pudiera ver la obra antes del día señalado, muchos fueron los días en que se le veía malhumorado porque parecía que el resultado no era el que el quería, así pasaron los días uno tras otro, y llego el de la inauguración, la emoción se palpaba en el ambiente, las autoridades aprovecharon para soltar su discurso, y por fin justo antes de descubrir el tan esperado monumento hablo Jean Broche, el cual dijo "En verdad este monumento es la viva imagen de la vida, pues forma parte de mi y lo considero mi obra cumbre, la definición suprema de una creación en todo su esplendor..."en ese instante hizo una señal y destaparon la esperada obra de arte que a nadie dejo sin asombro, como en todo unos no la entendieron y aunque no se atrevieron a dejar salir su enfado, pudo verse en sus caras que no era de su agrado, otros aplaudieron y soltaron carcajadas, al ver sobre un pedestal una buena cagada del artista, eso si puesta con mucho arte, resultado de los buenos manjares del día de antes.
A los pocos días la retiraron y la guardaron en el sótano municipal, sustituyendola por una extravagante planta de hierro con patas que estropeaba toda la armonía de la plaza. Fin

domingo, 9 de diciembre de 2007

LA ILUMINACION

Fría despierta la ciudad para aquellos que no han podido dormir. Rita ahogada por la vida a sus cincuenta años permanece inamovible en su ahora nuevo hogar, deshauciada, sin recursos, desprendida del velo de aquellos que creía sus amigos, abandonada a su suerte por la sociedad que ahora la mira como un elemento mas de la calle por la que pasan recordándoles lo que no quieren ser.
Apenas soporta el frió que la envuelve, junto a la helada soledad, en su banco donde junto a las pocas cosas que le quedan permanece sumida en sus pensamientos; derrumbada su mente, su cerebro se derrumba ante la nueva realidad que no acepta, creándose un mundo nuevo para escapar, empezando a hablar sola en voz alta viendo lo que nadie ve.
Un día al pasar un vecino de su barrio, Rita lo miro y le dijo "Ten cuidado con tu cabeza o te la abrirá una maceta" ... creyendo que estaba loca siguió su camino hasta que una maceta que descendió de los cielos, le recordó con su golpe en su ahora abierta cabeza, las palabras que minutos antes le habían advertido del peligro que corría y a las que no hizo caso; las noticia corrió como la pólvora Rita adivinaba el futuro, así fue bautizada como Rita la Pitonisa, su nombre y sus predicciones se extendieron por toda la ciudad, mucha gente acudía a que le adivinara su futuro a cambio de unas monedas. Fue entonces cuando Juan el listo otro vecino, se compadecio de ella y le ofreció una habitación en su casa, después de poner un rotulo en la ventana que ponía "Rita la Pitonisa, por veinte euros, lee el futuro y lo adivina". Hoy en día tiene una linea novecientos , con un equipo exclusivamente elegido por ella gracias a la iluminacion adquirida o así lo anuncia Juan el listo su manager mientras ella descansa placidamente en una cómoda residencia.

jueves, 6 de diciembre de 2007

LA SUERTE

Jou el penas, acababa las ultimas raciones de su menú en el restaurante chino en el que había decidido cenar, después de haber perdido otra vez el dinero de su salario en el juego, endeudado hasta las cejas y adicto a las apuestas con la única razón de mantener la esperanza de que algún día su misera vida cambiaria, había tragado una vez mas la derrota del perdedor, con sus últimos dolares decidió cenar algo y volver a su cruda realidad. Antes de llamar al camarero, cogió una galleta de la suerte y la abrió, en el pequeño papel ponía: " Esta noche la suerte te acompañara en todo lo que hagas, bajo el influjo de la luna, todos tus deseos te serán dados". Al leerlo sintió un escalofrío y se dispuso a pagar la cuenta del restaurante, amablemente el camarero le indico que no debía pagar la cuenta ya que la casa le invitaba, al ser el cliente un millón que había pasado por el restaurante y que traía mala suerte que el cliente pagara, después le ofreció un licor y le deseo una buena noche; Jou miro el papel de la galleta de nuevo y volvió a sentir de nuevo el escalofrío de antes, por lo que decidió volver al casino, aposto todo lo que le quedaba, al negro, la ruleta giro y la bola callo en el negro, había ganado, la suerte empezaba a sonreirle , volvió a apostarlo todo y de nuevo gano, tirada tras tirada gano hasta reventar la banca y ser invitado a abandonar el casino, esta era su noche pensó, mientras la luna este con el nada lo podrá parar, frank sulivan un matón de tres al cuarto lo había estado observando y le propuso que lo siguiera si quería seguir tentando a la suerte y ganar mas dinero del que nunca había podido imaginar, entraron en un tugurio al este de la ciudad, donde se celebraban partidas ilegales, el juego era simple, un revolver, una bala y el valor suficiente para dispararla con el cañon apuntando a la cabeza del que apretaba el gatillo. la apuesta era muy alta, podías salir rico de ayi o acabar sin vida. Jou decidió jugar, quería cambiar su vida y no tener que vivir miseramente nunca mas, esa era su noche y la iba a aprovechar, metió la bala, giro el tambor del revolver y seguro de si mismo disparo, lo había logrado, pero aun quería mas dinero, de nuevo lo iba a intentar, pero esta vez apostaría todo lo que había ganado en el casino, metió la bala, giro el tambor y disparo seguro de conseguirlo, y de nuevo la suerte le sonrió, nada podía pararle esta noche, decidido a retirarse, Frank le ofreció triplicar la apuesta, si el ganaba ganaría el triple de lo que tenia hasta ahora, la cantidad de dinero era ahora descomunal, nunca había visto tanto junto, aun le daba tiempo a un ultimo intento , todavía brillaba la luna y acepto la apuesta, Frank le dio el revolver y Jou seguro de si mismo apretó el gatillo, junto con el ruido del disparo el brotar de la sangre salpico las paredes del tugurio y el cuerpo de Jou se desplomo contra el suelo, aun quedaban cinco balas mas en el tambor cuando Frank se guardo su revolver en el bolsillo y los primeros rayos de sol despuntaban en el horizonte anunciando un nuevo día. Fin.

martes, 4 de diciembre de 2007

UN MAL DIA

Sara, acaba de terminar su jornada laboral, hoy ha sido un duro día de trabajo, largo e interminable, su jefe hoy la ha tomado con ella y se a tenido que quedar a acabar el ultimo encargo; el reloj de la plaza le anuncia que ya es medianoche, las calles se muestran ante ella vacías del bullicio de la gente, solitaria en la noche emprende su camino de regreso a casa, mientras par a enfrentarse a sus miedos empieza a recordar todo lo que ha hecho en este día que ya se acaba, " hoy ha sido un mal día" exclama entre sus pensamientos, y justo después oye una voz que la llama "eh, oiga!", Sara se gira sin detener el paso y ve a un desaliñado vagabundo que a duras penas intenta alcanzarla, no puede evitar hechar a correr al ver las facciones de su cara que endurecidas por los golpes de la vida aumentan el deseo de salir huyendo y desaparecer de esa oscura callejuela por la que se ha metido, en su precipitada huida producida por el pánico se da de bruces con un elegante joven que detiene su carrera al chocar con ella. Después de calmarla y escuchar las explicaciones de tan alocada carrera, el joven la reconforta y se dispone a acompañarla a su casa, pero antes la invita a tomar un trago y así olvidarse de lo que a ocurrido, apuesto y amable,de facciones suaves; Sara no puede evitar pensar que quizá su suerte haya cambiado esta noche y decide aceptar ese trago que tan gentilmente le a ofrecido.
Cerca de allí encuentran un local de Jazz, el lugar ideal para relajarse y poder entablar una conversacion, quien sabe quizá la noche aun sea joven para acabarla entre los brazos de la almohada; el joven le cuenta que se llama Marcos y que trabaja en una multinacional, destinado en un despacho donde ya hace tiempo que tiene resuelto su presente y su futuro, esa noche había salido a tomar un poco el aire y desintoxicarse de tanto estres; la velada se hace de ensueño para Sara, Marcos es el hombre con el que a soñado toda la vida, por eso cuando el la invita a conocer su casa, solo se resiste levemente, atraída por el deseo de una noche inolvidable y los labios de Marcos que atraído por un impulso la besa sin pensárselo dos veces. Una vez en su lujosa casa se acomodan en un sillón donde le ofrece otra copa, mientras el va a ponerse cómodo; al despertar Sara se estremece pensando que definitivamente hoy a sido un mal día, aturdida por el sedante que llevaba su copa, no sabe cuanto tiempo a permanecido insconciente pero las cuerdas que ahora envuelven sus manos y las herramientas de cirujano en bandeja de plata que tiene a su lado no le auguran nada bueno. El ruido de la puerta de la habitación se cierra y el grito de Sara es ahogado por las paredes que no dejan escapar sonido alguno. Fin.