jueves, 13 de marzo de 2008

El miedo

Muchos son los años que han pasado para llegar a este momento, a este día en que Mario se enfrenta una vez mas a sus temores, de nuevo ha esperado a que un acontecimiento en la plaza mayor reúna a un grupo importante de gente y de nuevo siente el nerviosismo que precede al miedo.
Esta mañana salio decidido a acabar con el problema que le ha estado encogiendo toda su vida, su tremenda timidez, la que ha convertido su mundo en algo muy pequeño, por temor a lo que los demás pensaran de él, a que se rieran; eso ha hecho que cada vez hablara menos, hasta el punto de aislarse tanto de los demás para sentirse seguro, que ya no era capaz de pronunciar palabra alguna en presencia de alguien. Por eso siempre evitaba el contacto directo con los demás encargando todo lo que necesitaba atraves de su ordenador, los repartidores ya se había acostumbrado a dejarle delante de la puerta sus diferentes pedidos y el había conseguido crear un pequeño mundo donde nadie podía dañarle, y se sentía seguro, convirtiéndose en el único dueño de su vida. Tan solo una vez al mes salia de su casa para ir a ver a la única persona con la que se atrevía a hablar, su psicólogo, el mismo desde hacia mas de veinte años; mas de una vez le había pedido que se esforzara en comunicarse pero no lo había conseguido, hasta ahora; en el ultimo momento el miedo se apoderaba de él y se rendía ante la mirada atónita de los que pasaban por su lado al verlo salir corriendo.
Esta vez se había prometido que seria diferente, aunque el mundo se derrumbara ante él no huiría, ya no aguantaba más esa situación, se veía con la necesidad de que los demás se dieran cuenta de que existía, por eso hoy sabiendo que a las doce del mediodía habría una concentración importante de gente había salido de su casa y se había dirigido hasta allí un par de horas antes. El tiempo se antojaba despacio para Mario que no hacia mas que mirar el reloj de su mano izquierda, aun así seguía pasando y poco a poco la plaza se fue llenando de gente, Mario empezó a medida que crecía el numero de gente a ponerse mas y mas nervioso, empezó a sudar y a sentir como su corazón se aceleraba, gotas de sudor caían de su frente aumentando su incomoda situación y sus ganas de desaparecer de aquel lugar, a pesar de sus intentos por pensar en otras cosas en su mente se apoderaba la idea de que tenia que largarse, tan solo le seguía manteniendo allí el recuerdo que quedaba de la decisión que al principio del día tomo y que le recordaba que si hoy tampoco lo conseguía, volvería a la soledad de su casa y a pasar su existencia sin que nadie se diera ni tan solo cuenta de las cosas que podría aportar a este mundo y por las que tantos años trabajo en soledad, sus inventos y el avance tecnológico que su estado le había permitido desarrollar para valerse por si mismo serian la solución de muchos de los problemas de este mundo y nadie sabría de su existencia, si no superaba sus propios miedos, si tan solo pudiera pronunciar una palabra se repetía una y otra vez, sintiendo como el nudo en su garganta crecía y su estomago se endurecía del dolor provocado por sus nervios, todo él era un amasijo de incertidumbres y un volcán a punto de estallar, en un ultimo esfuerzo, enmedio de aquella multitud que lo asfixiaba encogiendolo como nunca antes se había sentido, abrió la boca y dijo en voz baja " Hola" a los pocos segundo una dulce voz que se encontraba a su lado le dijo " Hola me llamo María, y tu como te llamas?" .
Mario la miro y se dio cuenta que el mundo seguía en el mismo sitio, nada había pasado, todo él fue aceptando lo que acababa de suceder, había conseguido dar su primer paso a una nueva realidad... Fin

4 comentarios:

Lylbathy dijo...

Saludos desde las tinieblas pues aunque oscuras siempre se encuentra la luz que hace seguir el caminar. Sintonizando los sonidos de la noche los sentidos se envuelven de las notas que en ellos se oyen, muy buena la del concierto de baron, lugar donde todo brilla por su transparencia, donde se dejan realmente la piel y donde se distinguen los músicos de las máquinas musicales, vamos que se disfruta en un concierto heavy, se descarga adrenalina con cada acorde, con cada letra y que ya está bien de tanto producto musical escondido tras los arreglos de electrónica. Desde el otro lado del mar no es posible deleitarse tanto, por desgracia, pero el alma sintió escalofríos con los de mago y el de marea. Ahhhhhhhh!!!!! Cuernos heavys arriba!!!! Tus relatos siguen siendo geniales, pues muestran estados que por mucha voluntad y fortaleza que se tenga son mprevisibles y atacan cuando menos se espera. Dejaré otra huella para esta nueva historia. Las letras que dejaste en la posada han sido enmarcadas pues aunque los sonidos sean parecidos son auténticas y originales las palabras de tu poesía.
Que disfrutes de la música pues es la vida, unas rosas negras junto a otras a las que poner el color que desees, alma libre del viento y de la noche. Salud

Anónimo dijo...

Buenos días gatito
¡hora de comer!
¿tienes hambre?
no te invito a casa
que tengo dos perritos
que no te dejarían tranquilo.
Puedes venir a mi corazón.
Estoy leyendo tus relatillos.
Un besazo

azazel dijo...

saludos hermano nocturno, que larga se ace la espera, necesito vacaciones , pero he de esperar jajaja...aqui te dejo un saludo y un buen augurio..hasta pronto

Fernanda Irene dijo...

¡Pobre Mario! Tuvo suerte de encontrar a María en ese momento de total angustia, si ella no hubiera contestado ¿qué habría ocurrido? Ojala María consiga curar a Mario de su fobia y, de paso, hacerle prescindir del psicólogo, veinte años de tratamiento infructuoso son demasiados, lo que me hace pensar que, ni siquiera aislándote en tu casa, te puedes librar de los incompetentes.

Buen relato, me gustó

Un saludo