martes, 5 de febrero de 2008

Las lagrimas del cocodrilo

Larri el lagrimas, apura un cigarro frente a la puerta del restaurante mas suntuoso de la ciudad, el Royal Pasta es el local de moda, todo aquel que quiera considerarse importante debe degustar las exquisiteces de la casa. Es por esa razón por la que se encuentra allí, sabe que el encargo que le han mandado esta dentro y también sabe que no esta solo, al menos cuatro guardaespaldas lo acompañan; aun así no le resultara difícil cumplir su misión y eliminar a Frank meone, el contable de Mou muelas y mano derecha de un jefecillo con aires de grandeza. Las ordenes de Larri son muy claras, a medianoche, ni antes ni después, deberá cumplir las ordenes que se le han dado, no hay sitio para los errores, ni marcha atrás; por eso saborea cada instante de su cigarro sin prisas, con la experiencia del profesional a sueldo y las victimas que carga su alma, su mente imagina una y otra vez cada desenlace, cada posibilidad de éxito o fracaso, imagina a sus victimas y la cadena de sufrimiento que dejara en sus familiares, dominando su conciencia centra su mente en aquello que debe hacer sin pensar, sin tiempo a meditar si esta bien o mal; el reloj de la plaza cercana resuena en la noche, le anuncia la hora, al sonido de la primera campana sus pies empiezan a andar inconscientemente, empujado por un resorte se mueve rápido y tranquilo, entra en el restaurante, busca a su objetivo, se para delante de su mesa y lo mira a los ojos, después observa a su alrededor, en segundos analiza cada rostro cada objeto y persona, siente el nerviosismo de uno de sus guardaespaldas, el miedo en su cara le delata, otro detrás de él empieza a acercarsele, mira de nuevo a Frank Meone y de sus ojos cae una lagrima, su gabardina se abre y muestra sus dos Smith & Wesson con culata de plata, sus manos se mueven rápidas como el viento, sus dos primeras balas destrozan la cabeza de su objetivo, la gente grita y sale despavorida, Larri tan solo sigue moviéndose en una danza de movimientos rápidos y suaves, mientras de sus pistolas florecen balas certeras que impactan en los guardaespaldas de Frank, que sorprendidos y sin tiempo a reaccionar caen como plomos contra el suelo, el ultimo en caer tan solo consigue acertar a la lampara del techo con sus balas. Cinco cuerpos yacen en el suelo en apenas unos minutos, todo el restaurante esta vació, Larri mira de nuevo la escena, su mente de nuevo empieza a pensar , los cuerpos inertes se añaden a la pesada carga de su alma y sus ojos derraman otra lagrima porque la muerte hoy tampoco a venido a buscarle.
Larri sale del restaurante y apresura sus pasos desvaneciéndose como una sombra en la noche. Fin

3 comentarios:

Lylbathy dijo...

Desde los abismos del infierno regreso a tu morada, para seguir tus variados relatos,difícil sería escoger entre uno de ellos. Hasta los más crueles asesinos son capaces de llorar, de tener sentimientos en algún momento, de sentir empatía hacia lo que le rodea. Muchos como Larri moran en las calles, vendiendo su alma a cambio de unas monedas, sin piedad hacia nada ni nadie. Que la brisa de la noche haga llegar estos besos con gotas de sangre y estas rosas negras, alma libre!

Lylbathy dijo...

Buena noche humano libre sea para ti. Cierto que las historias, al leerlas entre líneas pueden conducirte hacia otras situaciones, aunque el entendimiento depende más de los ojos que las lean o de las mentes que las interpreten. Supongo que la verdadera y única respuesta de lo que puedan esconder sólo la tiene el propio autor; a veces las respuestas pueden ser válidas, con coincidencias o sin ellas. Quizá la búsqueda acabó hace tiempo, aunque el camino sigue siendo largo y no veo el final aún, al contrario, a cada paso que avanzo más segura está mi alma de al mundo al que pertenezco, quizá no tan lúgubre y más cercano al vuestro, el de los humanos. Hace ya algún tiempo que los sentimientos alumbraron el camino a seguir, un camino que no abandonaré, pues lo poco que pueda quedar de humanidad es suya, pues es lo que me ayuda a seguir en parte, atada a vuestro mundo humano. Que el viento haga llegar estos besos y los pétalos de estas rosas negras, que hoy no vienen solas sino acompañadas de otras flores coloridas. Salud humano!!

azazel dijo...

..saludos hermano nocturno...me encanta el relato de arriba, el músico que se reencuentra con su destino, superando el tan temido miedo escenico..te comento aquí por que arriba está cerrado a comentarios..así es que renuevas la computadora?..a mi me tocó hace un par de meses, y te juego lo que quieras a que la mia era mas antigua que la tuya jeje...bueno noctambulus, ya me contarás que tal la nueva maquina..que se de bien