viernes, 25 de enero de 2008

EL ACUERDO 2ª parte

Un nuevo día amaneció y los ojos de Tomas se abrieron de nuevo a la vida, no le fue difícil entender que le seguía manteniendo con vida, aquella maquina que nunca se apagaba ejercía ahora de cuerpo, cada nervio, cada arteria, vena y músculo, estaba conectado a ella por innumerables tubos, cables y filamentos, incluso el pequeño pedazo que le quedaba de columna vertebral, unido a su cráneo, estaba enganchado a un soporte, gracias al cual podía girar su cabeza de un lado para otro y de arriba abajo. Por eso y a pesar de no poseer ya cuerpo seguía vivo su cerebro, la maquina regulaba el flujo de su sangre dotándola de oxigeno y de todo aquello que le fuera necesario, al igual que abastecía a su poca piel hidratandola y alimentandola, manteniendo en estado óptimo sus funciones, sus ojos con el paso del tiempo acentuaron su visión, sus oídos su audición, podía hablar y sentir si alguien le tocaba o la brisa del viento que entraba por la ventana le acariciaba, no necesitaba comer y alimentar ningún cuerpo y tampoco sentir a su corazón latir. Eso le provoco que pudiera desarrollar mas su cerebro pues a pesar de su limitacion de movimiento y de que su único mundo ahora era la habitación donde Alfonso lo tenia confinado, su mente siempre estaba llena de pensamientos, el funcionamiento de su cerebro había aumentado notablemente, por el deseo de alcanzar las cosas que veía y salir de la prisión en la que creía estar, no podía aceptar la idea de no poder moverse de no tener si quiera manos o pies, hubiera preferido morir mas de una vez pero un día consiguió mover un pequeño dedal de plata que habían dejado a su lado, primero pensó que había sido tan solo una fantasía de su mente, aun así insistió hasta que lo volvió a conseguir, la segunda vez supo que no era casual, al no tener cuerpo y disponer de todo el tiempo del mundo le resultaba muy fácil concentrar sus pensamientos si aceptaba su nueva situación y se enfrentaba a ella, tardo muchos años en llegar a ese estado, dejando de luchar en su mente y alcanzando un poco de paz, todo fue posible gracias a que ahora tenia un motivo por el que luchar; poco a poco, día tras día, fue desarrollando su capacidad, consiguiendo mover cada vez objetos mas grandes y pesados y aumentando la distancia a la que era capaz de hacerlo, su mente se fortaleció tanto que empezó a poder leer la mente de los demás.
Un día le izo una visita Simón Sergas, el flamante abogado que le ofreció el contrato de su vida, por el que se encontraba en esa situación, fue ese día al conseguir meterse entre los pensamientos de simón y descubrir una clausula en el contrato que le había pasado inadvertida, cuando se le ocurrió el plan que en este día se disponía a realizar.
La noche había llegado y Alfonso el usurpador de su cuerpo permanecía dormido al fondo de la habitación, era el momento ideal, Tomas concentro sus pensamientos y ordeno a la mano derecha que ahora pertenecía a Alfonso que lo estrangulara, la mano obedeció guiada por la mente de Tomas y empezó a ahogar el cuello de Alfonso, si conseguía matarlo, según el contrato el cuerpo volvería a su legitimo dueño, Alfonso abrió los ojos al no poder respirar y quiso liberarse con su otra mano, a punto de morir consiguió que su mano izquierda se soltara de su cuerpo y respiro, Tomas intento con toda su mente volver a controlar la mente de Alfonso y su cuerpo pero le fue inútil. fue entonces cuando Alfonso le dijo algo que le izo desistir " Es inútil que lo vuelvas a intentar, antes me pillaste por sorpresa pero no podrás volver a controlarme mentalmente, hay algo que no sabes y es que antes que tú yo estuve conectado a esa maquina muchos años" Una carcajada resonó en la habitación, después Alfonso ordeno que se lo llevaran al laboratorio donde realizaron la operación y donde permanecería el resto de su vida.
Un año mas tarde apareció en el periódico una estremecedora noticia: " Es hallado en el laboratorio de Alfonso Lotengo , un medico asfixiado por sus propias manos y un enfermero decapitado sin que se haya encontrado rastro alguno del cuerpo..." Fin.

lunes, 14 de enero de 2008

EL ACUERDO 1ª PARTE

En un día cualquiera, a principios de año, Tomas Algode ahogaba sus penas apurando una copa de bourbon , en el bar que había frente a la oficina de desempleo de la que acababa de salir, cada vez le desesperaba mas no encontrar un empleo que le ayudara a soportar el peso de la vida, y salir de esta situación en la que se encontraba. Sin apenas dinero para pasar el mes, que cada día le parecía mas largo, intentaba sobrevivir con el poco dinero que aun cobraba de la oficina de desempleo. Después de tres copas debido en parte a la falta de costumbre, al alcohol y a la necesidad de desahogarse empezó a hablar de su desgraciada vida; como todo cambio el día en que su mujer lo abandono por otro, todo le había salido mal desde entonces y se sentía cada vez mas fracasado frente a la vida que sin miramientos seguía aplastandolo día tras día, tan desesperado se sentía que llego a exclamar que seria capaz de vender su alma al diablo, si así conseguia cambiarla.
Fue entonces cuando escucho una voz a su lado que le dijo: "¿ Esta realmente seguro de lo que acaba de decir?. Tomas se giro y vio a un hombre elegante, vestido con un traje negro que lo observaba; aquel hombre no tenia pinta de frecuentar bares, al menos no de tan poca categoría así que Tomas no pudo evitar preguntarle: " ¿ que hace un tipo como usted en un lugar como este? el hombre pidió otra ronda y le dijo: " Vera, me llamo Simón Sergas y estoy buscando a un hombre como usted, como habrá podido apreciar no me falta el dinero, la verdad es que mi economía o mejor dicho la de mi cliente es muy cuantiosa, tanto que si de verdad estuviera dispuesto ha hacer cualquier cosa y no lo haya dicho por decir, podríamos llegar a un tipo de acuerdo." Los ojos de Tomas se abrieron de par en par, aunque las palabras de aquel desconocido le causaron un escalofrío al oírlas, aun siguió preguntando intrigado: ¿ que clase de acuerdo? . Simón le respondió, después de mirarlo durante un instante fijamente a los ojos y murmurar: " Si, podría ser el tipo que andaba buscando....Mire se por lo que a dicho que la vida no le a estado sonriendo mucho, ¿ que le parecería poder hacer todo lo que quisiera? ¿ Poder cumplir todos sus sueños?, ¿ Que haría si pudiera tener todo en sus manos?. Pues eso es lo que vengo a ofrecerle, se que ahora esta sorprendido, pero si acepta y firma el contrato que tengo en mi poder, durante tres años tendrá todo aquello que pueda desear." Tomas pensó que le estaba tomando el pelo, pero la mirada de aquel tipo era muy seria y sincera, sorprendido por los acontecimientos, confuso ante la situación y desconfiado, pregunto: " ¿ Cual es la letra pequeña?, ¿Donde esta el truco de todo esto?". Simón asintió y le respondió: " Nada se da a cambio de nada, efectivamente todo esto tiene un precio que usted debe considerar si esta dentro de lo razonable o no, mi cliente le dará todo aquello que desee para vivir durante tres años a cambio de disponer, después de ese tiempo, de su persona de la mejor manera que crea conveniente y le garantiza que no le causara daño alguno a ninguna parte de su cuerpo, dándole los derechos totales sobre usted a cambio de las retribuciones de esos tres años, se que es una decisión difícil de tomar así que pienseselo." Simón le dio un numero de teléfono donde podría localizarle si se decidía a aceptar el acuerdo, pago las copas y se fue, dejando a Tomas aun mas confuso y sin poder pronunciar palabra alguna por lo que acababa de oír.
Pasaron los días y la vida parecía ponerse en contra de Tomas, cada vez iba de mal en peor, un día casi olvidado aquel encuentro, registrando uno de los bolsillos de su pantalón en busca de alguna moneda que le permitiera comprarse un poco de pan, volvió a ver la tarjeta que aquel tipo le había entregado, pensando que ya no tenia nada que perder, decidió llamarlo. Todo fue muy rápido, Simón apareció enseguida en un flamante deportivo, saco de un maletín un contrato y le dijo a Tomas que lo firmara, una vez realizado ese tramite, llamaría a su banco y dispondría de una cuenta sin limite de dinero para que lo gastara en todo aquello que deseara. Tomas miro a su alrededor, vio la humildad que lo rodeaba y firmo decidido. Simón cogió el contrato, sonrió con una sarcástica sonrisa que estremeció a Tomas y le dijo: " Hasta dentro de tres años ". Lo primero que izo Tomas fue ir al banco; su sorpresa fue la atención que le dispuso el mismísimo Director de la sucursal, comprobando que disponía de todo el dinero que quisiera, empezó a comprar todo aquello que veía, que deseaba o había soñado tener, después compro todo tipo de ropa y comió en los mejores restaurantes de la ciudad, viajo por medio mundo y acomodado por la tranquilidad del dinero fue pasando el tiempo, hasta que un día volvió a ver a Simón, el cual le dijo: " Es hora de dar cumplimiento a su contrato " , enseguida dos hombres que iban con el cogieron a Tomas y le sedaron.
Sus ojos empezaron a abrirse lentamente, no era consciente del tiempo que había permanecido dormido, tan solo se sentía extraño, no podía moverse y aun se sentía aturdido. Frente a él un hombre le contemplaba: " Ah, por fin despierta, temía que no pudiera superarlo, me presentare, mi nombre es Alfonso Lotengo, y soy él que a pagado todos estos años sus gastos, la verdad creo que a sido un precio pequeño ahora que veo que todo a salido bien, lo que hace hoy en día la tecnología o mejor dicho la medicina moderna, o quizás sean ambas cosas, el caso es que tengo que estarle muy agradecido, de no ser por usted aun seguiría sin poder moverme." Tomas le miro y le dijo: " ¿Donde estoy? ¿Porque me siento tan raro?. Alfonso se alejo un poco y volvió con algo entre sus manos que parecía un cuadro, mientras le decía: " No se preocupe, al principio cuesta un poco acostumbrarse pero con el tiempo sera mas llevadero " Tomas vio la cicatriz que llevaba alrededor del cuello Alfonso, era una gran herida reciente y apenas cicatrizada, mientras seguía escuchando lo que decía: " No es de extrañar que ahora se sienta raro, lleva varias semanas inconsciente, la operación a sido costosa y muy complicada , pero a tenido un éxito absoluto." Fue entonces cuando le dio la vuelta y lo que antes parecía la parte trasera de un cuadro, ahora era un enorme espejo que le mostró a Tomas su nueva realidad. Su cabeza pendía de un complejo de cables conectados a una maquina, su grito atravesó toda la mansión al comprender quien era el nuevo dueño de su cuerpo. Fin

martes, 8 de enero de 2008

Erase una vez un cuento...

Giusepe el bocas, era uno de aquellos tipos que había nacido con el don de los negocios, nacido a las afueras de la ciudad en una de las numerosas chabolas, desde muy niño ya destacaba por la facilidad de venderle cualquier cosa a los demás, así empezó a vender los trastos que no quería nadie, como piezas de recambio para diversos utensilios, con dos ruedas y cuatro hierros junto con un papel con cuatro garabatos pintados, era capaz de convencer a cualquiera, de que era una bicicleta montable venida de Groenlandia con un manual de instrucciones. Así fue transcurriendo su vida hasta que un día, ya maduro y curtido por una mediana edad, se le presento la oportunidad de entrar en una fabrica, fue allí donde mejor demostró sus dotes y empezó a subir en los cargos de la empresa, desde el mas pequeño hasta el de encargado general, gracias a su facilidad de palabra y a una no menos habilidad para encontrar culpables, facilidad que le venia dada por el dedo índice de su mano derecha, pues siempre señalaba en la dirección idónea a sus no menos importantes intereses.
Lo había conseguido, tenia todo cuanto había deseado, pero algo mucho mayor que el, le producía un inmenso miedo; no podía permitirse el lujo de relajarse, "¿que pasaría si lo perdiera todo?" se preguntaba constantemente. Así que a pesar de todo lo que tenia seguía siendo igual de marrullero que de niño, tenia que conservar a toda costa lo que había conseguido, y el don que poseía, del que había sido dotado, le seguía ayudando, ya no vendía hierros o trastos, ahora tan solo convencía a los demás de que era su salvador, tanto se metió en su papel, que por un momento llego a juzgar y sentenciar a todo aquel que no seguía sus designios, despidiendo sin atender a mas razón que la suya, pues solo algunos que suplicaban su salvación, fueron gratificados con una segunda oportunidad. Hasta que un día , sin previo aviso, la fabrica fue absorbida por una mas grande y recibió una carta que ponía: " ya no precisamos de sus servicios". Recobrando la humildad, al recibir lo que el tantas veces había hecho a los demás, despedido, volvió a sus orígenes. Hoy en día vende chatarra en un desguace. fin

lunes, 7 de enero de 2008

Yo te quiero

Después de quince años de casados Sara sentía que su amor se extinguía , cansada de no vivir, de ser la criada de la casa, de soportar los innumerables defectos de su marido, armándose con el valor suficiente, después de meditarlo durante mucho tiempo, harta de intentar sostener una relación que a estas alturas tan solo la amargaba. Le dijo que quería dejarlo, la reacción de el, después de decirle lo mucho que la quería, fue darle un puñetazo en la cara con todas sus fuerzas, su ojo se amorato y empezó a hincharse, aun así, abierto el grifo de la sinceridad, desahogo todo lo que había soportado estos años estallando, entre gritos y rabia. Su marido lejos de comprender y dejarla ir, desato su ira a golpes, en su cabeza, en sus costillas, en su estomago, incluso en el suelo siguió pegándole patadas, hasta dejarla casi inconsciente, cuando vio que no podía apenas moverse la ato, y le dijo: " todo esto lo hago por tu bien, no sabes lo que te dices, yo te quiero, mira lo que me obligas ha hacer, con todo lo que yo te quiero". Después de un tiempo Sara empezó a recuperar el aliento, el se había ido y la había dejado sola, aun le dolía el cuerpo, los pulmones eran estallidos de dolor cada vez que respiraba, pero se sentía mejor, el tiempo paso lento y el regreso a casa, nada mas entrar se dirigió hacia Sara y le dijo: "Ya has recapacitado, mira lo que me has hecho hacer, venga levántate, con lo que yo te quiero, si me prometes que no volverás a hacerlo todo seguirá igual que antes" . Sara asintió con la cabeza y el la desato, después la abrazo y le dio un beso, ella le dedico una caricia y el sonrió, se dispuso a hacerle la cena, volvió con una bandeja en las manos se puso a la altura de el y le dijo que cogiera una de las delicias que le había hecho con tanto cariño, frente a ella de pie cogió una y se la metió en la boca, fue lo ultimo que vio, ella soltó la bandeja y le vació el cargador del revolver, que hacia un año había comprado a un vendedor clandestino en un mercadillo y que había escondido cuidadosamente en un lugar de la cocina, mientras le decía: " yo también te quiero". Fin

El coleccionista

Alex el pintas, había nacido con la fortuna de la mano, rico, atractivo, dotado de un extraño magnetismo que atraía a todos los que le rodeaban, pasaba su existencia consiguiendo todo aquello que quería. Un día conoció a María, enseguida quedo fascinado por su mirada felina que emanaba sensualidad, su piel canela y aterciopelada, y sus suaves rasgos le daban una fragilidad que se contradecía con la pasión de sus movimientos. Alex intento que María callera en sus brazos, pero solo obtuvo un rotundo rechazo; lo que le sorprendido por un instante debido a la falta de costumbre a que alguien no accediera a sus propósitos, aun así se había propuesto que seria suya y con la capacidad de aquel que lo tiene todo, siguió insistiendo y agasajandola, después de unas cuantas copas y un recital de diferentes poetas, consiguió que María cenara con el esa noche en la habitación de su hotel.
La luz de la bombilla dejo paso al resplandor de las velas que ahora iluminaban todo adornando las paredes de tenue luz , de fondo la música surgía en una suave danza que impulsaba a los corazones a latir, agitando las almas inquietas que se llenaban de sensualidad, en un ambiente que embrujaba, preparando la trampa cual tela de araña, después de una exquisita cena y un pegajoso y lento baile, donde los cuerpos atenazados contenían aun su pasión. Seguro ya de su éxito, empezó a pensar que es lo que se quedaría esta vez de su nueva conquista, sabia que no seria fácil elegir y que tendría un lugar de privilegio entre las pertenencias de su colección, muchas habían sido sus conquistas y muchos los objetos y prendas que de cada una se había quedado, eso provoco que aun la deseara mas, desatado el deseo los cuerpos obtuvieron el placer que buscaban, desterrando la razón y liberando la naturaleza con desenfreno; María encendió aun mas la llama atándole las manos a la cama, sus ojos idos por el placer mientras cabalgaba mostraron la locura a Alex justo antes de que la almohada le pribara de toda luz y extinguiera el aire de sus pulmones. Antes de marcharse de la habitación y desaparecer María miro el cuerpo inerte una ultima vez y dijo: " intente evitarlo, pero tu tuviste que insistir". Nadie supo mas de aquella mujer ni si realmente se llamaba María.